domingo, 31 de enero de 2010

Reseña Partido Skippy Lizzards - UCRugby


Reseña: Francisco Sequeira

Fotos: Natalia Garino


Universitarios Club de Rugby vs Skippy Lizards

El sábado 16 de enero, se realizó el encuentro entre el Universitarios Club de Rugby y los Skippy Lizards, equipo proveniente de Nueva York. El cotejo dio inicio a las 11:30 am en el Estadio Ecológico, en las instalaciones deportivas de la Universidad de Costa Rica en Sabanilla de Montes de Oca y en general fue un buen espectáculo de Rugby para el disfrute del espectador.


La cancha en buen estado, una gramilla realmente grande y buena para la práctica del Rugby, un poco dura y seca, algo normal en las canchas de nuestro país para esta época del año. El estado del tiempo era el ideal para el juego costarricense ya que el sol fue radiante, alta temperatura quizás entre los 27 ºC y los 28 ºC (horas del medio día), mientras que los neoyorquinos podían verse comprometidos en su juego ya que venían de un invierno más frío de lo normal, con reportes de tormentas de nieve que provocaron el caos en muchos estados del país del norte.

Las graderías quizás a un 20 por ciento de su capacidad, en realidad bastante público para lo que se está acostumbrado en este deporte en nuestro país. Buen aspecto para el Rugby desde ese punto de vista.


Los norteamericanos, aventajados en la parte física, especialmente en el paquete de forwards, con una primera línea compacta y fuerte, segunda y tercera línea de gran estatura y peso, con hombres que superaban los 185 cm de estatura, bastante corpulentos. En la línea de backs, al igual que para los forwards, hombres grandes de los que se esperaba al menos poca velocidad.


Los norteamericanos contaban con las ventajas de la experiencia así como de la fuerza física (juego de choque). Del lado universitario se esperaba que la juventud pesara más en el aspecto de resistencia (bajo las fuertes condiciones ambientales), así como de componentes como la velocidad y dinámica en la línea.


El partido inició golpeado, larga apertura universitaria y captura por parte de los Lizards, e inmediatamente comenzó la pesadilla universitaria, ya que los Lizards se montaron en un juego de choque en cuantas fase les dio el placer de organizar (en promedio las fases gringas eran de 10 rondas). La respuesta universitaria iba dirigida a tratar de parar los avances de los forwards contrarios y obviamente de recuperar el balón para salir en juego dinámico con la línea de backs.


El equipo neoyorquino también realizó avances con la línea de backs propia, la cual fue detenida por la defensa universitaria, sin embargo debido a la rápida respuesta defensiva y ofensiva con la que contaban los Lizards, comenzaron a anotar rápidamente, viéndose reflejado en que en los primeros 20 minutos de partido, solamente dos despejes había logrado el equipo universitario, y ya en ese momento había recibido 3 tries y una conversión en contra. Cercana la mitad del primer tiempo, el colegiado Ramón Cole sancionó un penal a favor del UCRugby, cobrando un “place kick” a palos por parte del centro José Luis Fajardo (13) quien anotó los primeros tres puntos para los costarricenses. Continuó la respuesta universitaria con una apertura con línea de backs desde la media cancha, y culminación con try por parte de Julio Lorente (14). Posterior conversión del pateador Fajardo. Luego de la anotación hubo una reacción de parte de los universitarios quienes lograron compensar el avance arrollador de los Lizards durante el primer periodo. Sin embargo el primer tiempo terminó con un marcador de 10 a 27 a favor de los norteamericanos.


En el segundo periodo se esperaba una reacción más agresiva por parte del cuadro nacional, además, debido a que los Lizards no contaban con cambios, era evidente el cansancio físico debido a la fuerte temperatura e intensidad del sol, que también había mellado en los universitarios, sin embargo, contaban con suficientes cambios como para no verse sorprendidos por ello.


El segundo periodo inició y continuó con la misma tónica, resumido en un dominio abrumador por parte de los Lizards sobre la posesión de la pelota, el posicionamiento en el terreno y las acciones de pick & go; pocas acciones que rescatarle al equipo universitario, evidentes debilidades en las posiciones de defensa, recuperación de pelota muerta (acciones de line out) y tackle. En la parte final del encuentro, el equipo universitario logró una anotación de try, jugando una pelota recuperada por el universitario Andrew Loveday y posterior pase a Óscar Cordero (ambos jugadores de relevo), quien consiguió la anotación. El intento de conversión fue fallido. El partido culminó, con marcador de 15 a 49 a favor de los Skippy Lizards.


En general, fue un encuentro entretenido, un poco lento, esperado el juego norteamericano con amplio despliegue físico, de sorprender la resistencia a las condiciones ambientales de los mismos, quienes además, haciendo combinaciones en el manejo de fases, tuvieron por consigna nunca ceder la posición de la pelota. Pocas acciones rápidas en el manejo de la línea “gringa” debido al rápido choque defensivo universitario, sin embargo compensaron con jugadas de apoyo al jugador en choque, tanto así que los backs tuvieron más acciones de maul que los forwards, quienes se dedicaban a retomar el aliento mientras sus compañeros backs lateralizaban el juego con fases de maul y ruck. Mal el equipo de los Lizzards en los intentos de conversión (para suerte universitaria), únicamente consiguieron dos en el partido, fiasco, a tal punto que los asistentes desde gradería guardaban silencio sepulcral para que el pateador neoyorquino lograra concentrarse y luego del “kick” se escuchaban abucheos incontenibles tal “mejenga de futbol”.


Por parte del UCRugby, hubo fuerza en la disputa de los scrum que se vio reflejada en el gane de varios de ellos en el encuentro. En defensiva los choques eran veloces pero sin el ímpetu suficiente para detener al rival en pocos metros y aunque los universitarios trataron de salir rápido de la presión ofensiva contraria, no tuvieron capacidad para recuperar el balón. Ofensivamente muy corto el pack albiceleste. La línea de backs tuvo pocas acciones ofensivas, sin embargo demostraron la buena coordinación en jugadas de línea rápida. Desafortunadamente al verse sometida a estar dentro de su zona de 22 m en la mayor parte del partido, no tuvieron el chance para desplegar más. Aun así de las pocas acciones que tuvieron, lograron concretar dos, lo que habla del buen trabajo de los muchachos en ofensiva.

Como detalles adicionales, muy bueno el gesto de hermandad entre los participantes ya que los equipos, cuerpo técnico y cuerpo arbitral se abrazaron fraternalmente al concluir el partido para felicitarse e inclusive para tomarse una fotografía juntos, como amigos, objetivo final de este tipo de eventos y propios del Rugby. Rescatar el saludo final por parte de los equipos al respetable público.


Posteriormente el tercer tiempo, del que se rescata la esperanza de tener otro juego de este tipo el próximo año, ya sea una nueva visita por parte de los Skippy Lizards (esperando hacer un juego en la playa, según comentarios de los mismos neoyorquinos) o una visita a Nueva York por parte de los universitarios. De lo más interesante, a una semana de haber realizado el evento fue ver en el resumen del partido de futbol entre la Universidad de Costa Rica y Águilas del 24 de enero, que la cancha del Ecológico aun conserva la demarcación de una cancha de Rugby (hasta las líneas de 5 m a lo largo), demarcación que esperamos ver mucho más seguido en ese mismo escenario y en los mismos medios de comunicación televisivos que transmitieron dicho resumen.


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