Gracias por permitir celebrar una anotación propia, aunque no siempre sea validada.
Gracias por ser hermanos y no amigos.
Gracias por corregirme cuando estoy mal, y por hacerlo de la mejor manera.
Gracias por el ride en una noche de lluvia.
Gracias por hacer los scrum que yo mismo provoqué, sin quejarse.
Gracias por cada ruck en el que me han cubierto.
Gracias por levantarme después de un tackle.
Gracias por devolverse por mí, cuando ya habían corrido su cuota.
Gracias por cubrirme siempre las espaldas.
Gracias por enseñarme que puedo dar más de mí.
Gracias por apoyarnos cuando perdemos y celebrar con nosotros cuando ganamos.
Gracias por demostrarme que con disciplina, todo se puede lograr.
Gracias por los terceros tiempos, los segundos y los primeros.
Gracias por pasar a ser parte de mi vida.
Gracias por enseñarme que el equipo es lo primero.
Gracias por estar siempre ahí. ¡Gracias UCRugby!
